Nuestro enfoque

El Clown nos da la posibilidad de explorar nuestro mundo interno y de conocernos a nosotros mismos, sin juicio, a través del juego, el humor, la locura creativa, la espontaneidad, la desinhibición, la comunicación, los instintos, la aceptación y el placer.

Trabajamos con la certeza confirmada de que el Clown es un estado en nosotros al que absolutamente todos podemos acceder.

Para estar en nuestro estado de Clown, es necesario conectar y dar permiso a nuestra parte más esencial y honesta. De ahí, la profundidad del trabajo.

El estado de Clown es la máxima libertad lúdica y expresiva. Se mueve desde el entusiasmo, la transparencia, la curiosidad, la tonteria, la inocencia y la ternura, y ese estado todos lo poseemos. El Clown goza defendiendo lo que es y lo que siente, viviendo con pasión todo lo que le sucede.

Explorar jugando

El Clown está presente y sensible en todo momento, atento a cualquier impulso a seguir, dando rienda suelta a la creatividad.

“En este estado estoy abierto y disponible a que pase cualquier cosa y juego gozosamente con lo que sucede, tiro del hilo del juego, del absurdo y de la relación con el otro y con el público hasta que llega a la consumación y… viene otro impulso y lo sigo…y juego…lo comparto…me relajo, me dejo sentir…y otro impulso…y juego….y así hasta el infinito…”

Período de iniciación:

Soltar la confortable y contenida seguridad. Atreverse a aventurarse al desconocido vacío fértil, lleno de maravillosas y absurdas posibilidades, es el primer reto con el que te vas a encontrar.

Desde ese vacío, vas a recordar a tu “niño interior” que gozas jugando, explorando y aprendiendo con lo que te va pasando, sin juicios, a través de juego te relacionas con los demás y te desarrollas, tú y tu estado de clown.

También vas a trabajar para aflojar tus armaduras, tus resistencias, tus creencias (sólo las que limitan la libertad) y soltarte al vacío por tu propia voluntad. Nos reiremos mucho de los compañeros y por supuesto también de ti.

Aprenderás a no tomarte tan en serio, a confiar en ti y en el vacío para entregarte a la improvisación desde los impulsos del corazón y del cuerpo, y no desde la cabeza con sus “magnificas” ideas. De esta manera dejarte ver, a la vez que miras.

 

Período de profundización:

Seguimos sumando experiencias, horas de práctica y adentrándonos en el proceso.
Desde el juego y la presencia tomamos más riesgos y nos atrevemos también a contactar con nuestra vulnerabilidad, dejar de esconderla y desde allí ver que también puedo ser, jugar y sentirme visto/a sin juicio.

Profundizamos en la mirada del Clown, mirar y dejar que todo me afecte, incluyo todo lo que sucede a mi alrededor.

Entrenaremos el poder pasar de un estado y/o emoción a otro tan rápido como lo sintamos, entrenaremos el soltar para poder seguir en el presente en cada instante.

Aprenderemos a desarrollar y sentir el entusiasmo y la pasión. El Clown no es gratuitamente exagerado, es simplemente: apasionado.

Profundizamos en la experiencia del éxito y de los deliciosos y atrevidos fracasos. “El Clown va de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo”, se nutre de ellos.

Perdemos el miedo a “ hacerlo mal” porque vemos que “hacerlo mal” y no ser perfecto, en Clown ¡funciona! Qué descanso…

Período de integración:

En este período seguimos y nos zambullimos en las improvisaciones Clownescas, solos, dúos y tríos.

La confianza ha aumentado, las corazas están blanditas, hay mas conciencia de ellas, y no les damos importancia. Trabajamos a pesar y a través de ellas, viendo que las puedo utilizar y me sirven como impulsos, para ir a…no sé dónde…pero “¡no lo sufro! ¡Me gusta esa sensación!”

Veo que he aumentado la tolerancia al vacío y a no saber a dónde voy…¡Lo disfruto!

Trabajamos el desequilibrio en escena, el dejar de controlar y premeditar, desde la espontaneidad y la creatividad.

Aprendemos a utilizar nuestras emociones y vulnerabilidades y a seguir sus impulsos, los compartimos con el público.

Lejos de que este proceso sea el fin de la búsqueda y la exploración del Clown, pondremos la intención en integrar y consolidar la experiencia.